jueves, 15 de noviembre de 2012

29.1 Magnetismo


Los primeros fenómenos magnéticos observados se relacionan con fragmentos de piedra de imán o magnetita (un oxido de hierro) encontrada cerca de la antigua cuidad de magnesia hace aproximadamente 2000 años. Se observo que estos imanes naturales atraían pequeños trozos de hierro no magnetizado. Esta fuerza de atracción se conoce como magnetismo, y al objeto que ejerce una fuerza magnética se le llama imán.
Si una barra imantada se introduce en un recipiente que contenga limaduras de hierro y enseguida se retira, se parecía que los minúsculos fragmentos de hierro se adhieren más fuertemente a las áreas pequeñas cercanas a los extremos. Estas regiones donde parece concentrarse la fuerza del imán se llaman polos magnéticos.
Cuando cualquier material magnético se suspende en un cordel, gira alrededor de un eje vertical. El extremo que apunta hacia el norte se llama polo norte(N) del imán. Su opuesto, el extremo que va al sur se llama polo sur(S) del imán. La polarización del material magnético es lo que cuenta para su aprovechamiento como brújula para la navegación. La brújula consiste en una aguja ligera imantada que se apoya sobres un soporte con poca fricción.
Los dos polos norte o los dos polos sur se repelen entre si, mientras que el polo norte de uno y el polo sur de otro se atraen mutuamente. La ley de la fuerza magnética establece que:

Polos magnéticos iguales se repelen y polos magnéticos diferentes se atraen.

No existen polos aislados. No importa cuantas veces se rompa un imán por la mitad, cada pieza resultante será un imán, con un polo norte y un polo sur. No se conoce una sola partícula que se capaz de crear un campo magnético de manera similar a como un protón o electrón crean un campo eléctrico.
(no habia ejemplo en el libro)

 

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